miércoles, 8 de febrero de 2012

Powers ¿Quién mató a Retro Girl?: Reseña del primer tomo de la popular serie

La serie de televisión que adapta Powers está en el horno, con sus problemas y sus alteraciones en la programación de la grabación del piloto, pero los tomos de Panini están en perfecta forma. Vamos a volver la vista atrás y a retomar la colección desde el principio. Y eso es el tomo ¿Quién mató a Retro Girl?

Si alguien no tiene ninguna referencia de la serie y abre por las primeras página del cómic, se dará cuenta en menos de un segundo quién es el guionista de la historia. Frases cortas, que repiten las últimas frases del otro interlocutor y una ambientación oscura y muy policiaca delatan enseguida a Brian Michael Bendis. Porque Powers es una creación del brillante guionista de Los Vengadores, Ultimate Spider-Man y tantas otras buenas series de Marvel, además de un prolífico escritor de historias de serie negra.

Por eso, el unir dos de sus temas favoritos, solo puede traer un gran obra. Entretenimiento sin más pretensión, pues también es verdad, pero Powers nos hace seguir la trayectoria de un misterioso inspector de policía que oculta un pasado misterioso. Su compañera Deena acaba de llegar y comienzan a trabajar investigando un asesinato.

Su departamento se encarga de los problemas con los Poderes, los héroes y los villanos, y de repente, se encuentran con un caso complicado. Retro Girl, una de las más queridas heroínas de la ciudad, ha aparecido degollada. Algo extraño, teniendo en cuenta que es invulnerable y muy poderosa.

Christian Walker y Deena Pilgrim comienzan la investigación, la más puro estilo del género detectivesco americano, y van pasando, escalón a escalón, por todos los estamentos superpoderosos de la urbe, pero nadie parece saber nada, ni aliados, ni enemigos.

Al final, la trama concluye de manera sorpresiva para todos, y Walker se encuentra, casi sin pretenderlo, con una pequeña niña a su cargo que, como él, tiene algo muy especial.

En el apartado gráfico encontramos a Michael Avon Oeming, un dibujante con un estilo muy reconocible, que huye del realismo para presentar personajes muy abocetados, pero perfectamente reconocibles. Su manejo de la luz y las sombras es más que acertado para la historia que nos cuentan. Policías, casos imposibles y un final sorprendente que no te deja con la boca abierta, porque acto seguido, te la descoloca del todo.

Un tomo de Panini que recopila los seis primeros números de la colección americana, publicados hace años por Planeta y que recupera esos tomos anteriores a su edición. Además, cuenta con unos interesantes extras, con bocetos de portadas e ilustraciones descartadas.


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